El joven Edgardo Albarron, excelso pelabolas de 29 años, volvió a pretender esta semana frente a sus amigos que compra ropa de segunda mano porque es más sustentable. A pesar de jamás haber reciclado en su vida y escupir chimó en la calle sin ningún remordimiento, Albarron aseguró que el fast-fashion está acabando con el ambiente y que por eso prefiere sus prendas usadas, ya que puede conseguir marcas de excelente calidad como Polo, siempre y cuando se esté dispuesto a ignorar las manchas amarillas en las axilas.

Andre Segovia, quien se identifica como conocida de Albarrán, nos contó un poco más sobre lo sucedido: “Uy no, es que para todo hay niveles. Una cosa es comprar ropa de segunda mano, y otra ponerte la camisa de tu abuelo que luego usó tu papá para trabajar en construcción y hasta hace dos semanas tu hermano mayor la usaba para hacer crossfit. Y aunque sepamos que eso de que lo hace por el ambiente es pura paja, seguro hay quien le cree porque huele tal cual como si fuera un hippie de Bellas Artes. El otro día fue a una reunión con un pantalón que parece que se lo quitó a un señor en la cola del bono del amor mayor, una camisa como con manchas de cemento y unos mocasines de esos préstame a tu prima con el cuero todo roto, y él diciendo que eso era aesthetic” concluyó Segovia, quien llevaba puesta una blusa de segunda mano porque al igual que la mayoría de jóvenes de su generación, también está pelando bola.