Siguiendo el ciclo natural de las catástrofes generadas por negligencia, el accidente que sucedió en la refinería de Amuay cumplió esta semana el primer año de los 50 que transcurrirán hasta saber quiénes fueron los responsables.

Los 365 días transcurrieron sin ningún tipo de conclusiones con respecto al hecho generado por una fuga de gas. “No hemos movido un dedo para averiguar qué pasó, simplemente le hemos echado la culpa a la oposición. Siguiendo el procedimiento estándar no hemos tomado ningún tipo de medidas, hoy estamos seguros de que el riesgo de operar en la planta es mayor y nos sentimos orgullosos de decir que la posibilidad de que ocurra una tragedia es 10 veces más grande que en el año 2003… Así que si llega a ocurrir sumaríamos un accidente más a nuestra lista de problemas que debemos ignorar”, afirmó Rafael Ramírez, presidente de PDVSA.

Alfonso Esteves, gerente de seguridad de la institución, afirmó que descubrir las causas que generaron el accidente para aplicar soluciones lo tiene sin cuidado. “Mientras esta vaina produzca dinero y nos dejen meternos una platica extra de vez en cuando, esta planta funciona a la perfección”, aseguró Esteves, mientras ignoraba un monitor que mostraba a un trabajador que pasaba por la planta descalzo y sin casco.

El pueblo venezolano deberá esperar 49 artículos como este hasta conocer a los culpables del incidente en Amuay. Para ese entonces calculamos que todos los implicados estarán muertos, o en Suiza gastando dinero mal habido.