El centro de juegos de escape “Escape Caracas” inauguró esta semana la habitación que pedían por igual los adictos a la adrenalina y al masoquismo: el cuartico del aeropuerto de Miami. Algunos de los fanáticos a las salas de escape que estuvieron presentes en la apertura aseguraron que ni siquiera pasar por una alcabala a las 3:00 a.m los hizo temblar tanto como esta nueva sala. 

“Chamo, no me recupero. Carlita anda vomitando y todo, tuvo que llamar de emergencia a su psicólogo, anda como loca pidiendo foto de la visa por miedo a que se la hayan cancelado también”, declaró José Álvarez, un joven visiblemente emocionado que estuvo entre los primeros en probar la nueva sala; mientras pedía un poco de colorete a una de sus amigas para recuperar su color natural, agregó: “Esta gente se la comió de pana, la experiencia es 100% real. Tenían a un agente de apellido García, como para que te confiaras y le hablaras en español, y cuando te responde ‘English, please’ te da de todo, sientes que se te abre un hueco bajo los pies. Hasta trajeron a un gringo catire alto, fuerte, calvo y más serio que un revólver para meterte más miedo. Por suerte yo pude salir de la sala, pero a varios amigos los deportaron y tienen horas allá adentro. La experiencia es tan real que a los que deportan los envían de Caracas a Maracay: ¡el verdadero terror!”.