Después de 12 años, Chomsky descubre que el café marrón claro y el con leche son lo mismo
«Más vale tarde que nunca; pero 12 años después, me di cuenta de algo bastante obvio: el café marrón claro y el con leche son, prácticamente, lo mismo». Con estas palabras, el intelectual estadounidense Noam Chomsky comenzó una sentida carta a los venezolanos, en el cual deja por sentada su posición sobre este delicado tema.
«Quiero pedirle disculpas a mis conocidos allá en Venezuela, que durante todo este tiempo trataron de hacerme entrar en razón. Estaban en lo cierto: hoy, con mucha vergüenza, debo reconocer que hasta me peleé con algunos de ellos por esto. Les pido perdón; me dejé influenciar por esos intelectuales exquisitos, que son capaces de encontrar hasta 10 variedades entre un café marrón y un con leche. Sí, son lo mismo. Tenían razón. Ahora comiencen a hacer leña del árbol caído, pues» reconoció sentidamente Chomsky, en su carta, mientras algunos en la oposición llamaban a la librería Las Novedades para ver si tenían algún libro del pensador norteamericano.
La confesión del intelectual de izquierda alcanzaría niveles más desgarradores de autocrítica: «En algún momento llegué a devolver cafés porque no eran marrones claritos, sino con leches cargados. Reconozco incluso haber insultado a mesoneros, diciéndoles que si no podían ver la diferencia entre un marrón macchiato y un con leche, pues entonces deberían buscarse otro empleo. ¡Qué equivocado estaba! Al intentar hacerlo yo mismo en casa, tuve una epifanía: Marrón, con leche, todo es lo mismo. ¿Cómo no pude haberme dado cuenta antes?» se pudo leer en la sentida carta, en la que pudimos ver la huella de una taza sobre el papel.