La Liga Venezolana de Béisbol Profesional anunció ayer la suspensión por 66 juegos a Yorvit Torrealba, por haber hecho lo que 10 mil fanáticos y probablemente más de uno en la Liga hubieran hecho: darle unos manotazos en la cara a un umpire.

La severa medida, que afecta el futuro profesional en Venezuela de Torrealba, jugador que de todas maneras era seguro que no viniera a jugar tarde o temprano, fue recibida con indignación por fanáticos de los Leones del Caracas, equipo de Torrealba. «¿66 juegos por coñacear a un gafo como ese? ¡O sea, si yo pudiera hacerle a ese umpire lo que de verdad se merece, me pondrían una suspensión de 66 meses mí-ni-me» afirmó Ana Carolina Martínez, ferviente fanática de los Leones. «Por culpa de ese balurdo, el equipo está ahora guindando. ¡Asi que yo aplaudo a Yorvit; bien Yorvit, ese es el ejemplo! ¡Ya lo grabé para mostrárselo a mis hijos cuando los tenga, para que aprenda lo que es la pasión del béisbol!» afirmó Martínez, mientras ensayaba con su novio los carterazos que le daría hipotéticamente a un umpire.

«66 juegos es poco. Han debido ponerle 1000 juegos, pero por bruto, por no haberle seguido pegando. Mira pana, tu a mi me pones a un umpire sucio de esos delante y le doy diez veces más duro para que sea serio. Nadie lo manda a ser umpire. Para eso los ponen ahí, para que nosotros nos rasquemos y le gritemos hijo e’ puta. ¡Esa es nuestra plata, ese es nuestro derecho!» comentó Silvio Fuentes, ferviente caraquista. «O es que de pana, ¿y tal que a ti te ponen a un tipito de estos adelante y no le partes la cara? ¡Por eso se los buscan chiquitos!. Si no nos permiten eso, ¿qué vendrá después? ¿Que nos prohiban mear en un vaso y lanzarlo al aire cuando venga la ola? ¡Mosca con una vaina!» dijo Fuentes, segundos antes de enseñar a su hijo de 5 años a abrir una cerveza con el filo de una gavera.