Un estudio realizado por el departamento de trastornos neurológicos de la Universidad de Utah, concluyó que a pesar de que el Alzheimer es capaz de borrar todos los recuerdos y memorias de un paciente, es casi imposible borrar las opiniones racistas y pensamientos clasistas de un cerebro.  

Jeff Pulisic, presidente de la división encargada del estudio, manifestó que los resultados obtenidos son irrefutables: “A un paciente de alzheimer se le puede olvidar de todo: los recuerdos con su familia, la música que le gustó de joven, el nombre del heredero de sus terrenos, todo. Sin embargo, sus opiniones racistas se quedan intactas en la zona de asociación multimodal de la corteza cerebral, justo donde se almacenan los recuerdos de cuando viste a tus papás haciendo el amor. Un anciano podría no recordar que debe comer, pero si podrá recordar con toda seguridad decirle a sus nietos que tienen que casarse con una persona blanca para no echar a perder la raza o inconscientemente le daría un vaso de plástico a los obreros que están trabajando en su casa. Creemos que estas opiniones no podrían borrarse del cerebro, son tan irreversibles como la ignorancia de las personas que creen que bailar salsa en Times Square es algo marginal”, aseguró Pulisic quien está investigando si lo de tener 2 familias también es consecuencia del alzheimer.