Autoridades del estado Vargas, La Guaira (o como sea que se llame) decretaron hoy un estado de conmoción social en toda la jurisdicción, causado por los momentos de intensa zozobra e incertidumbre que vivieron habitantes de las adyacencias del Aeropuerto Internacional de Maiquetía. Según reportes de los medios locales, la chispa que despertó toda esta ansiedad colectiva fue el extraño aterrizaje de una aeronave que no era procedente de Rusia.

Para que se oxigenara un poco, luego de estar una semana encerrado en nuestra oficina, enviamos a nuestro pasante subpagado al lugar de los hechos. Allí logró conversar con la señora María Longa, vecina del sector: «Estábamos en una cola en la plaza, a ver que conseguíamos hoy para comer, cuando de repente escuchamos un ruido, como de turbina de avión acercándose. ‘Ahí vienen los coñoemadre rusos esos otra vez’ pensamos todos, como siempre que se oye un avión desde hace un tiempo para acá. ¡Y cuál no sería la sorpresa al ver que no, que era un avión de una aerolínea comercial! ¡Muchacho, eso fue un caos! Hubo hasta gente que se desmayó y todo; niños llorando, señoras rezando, señores sacando botellas de ron, viejitos corriendo de un lado para otro, creyendo que eso era el fin del mundo. ¿Será que sí es el final del mundo, Dios mío bendito? La Biblia lo dice, que el día del apocalipsis veremos cosas inauditas y sorprendentes bajando de los cielos. ¡Zape, carajo! ¡Se va a venir a acabar esto y yo con esta hambre!» afirmó la señora Longa, mientras se persignaba y veía llorar a nuestro pasante, quien tembló al imaginar que se acabaría la existencia en la Tierra sin recibir su carta de pasantía firmada.

Según Jacinto Lovera, director de Protección Civil de la entidad, el decreto de conmoción interior pretende calmar a la población civil, alterada por la extraña y casi sobrenatural aparición: «Quiero hacerle un llamado a la población civil de Vargas —o La Guaira, Varguaira, Verguero, ya ni sé cómo es que nos llamamos hoy— a que tengan calma y que no se hagan eco de rumores sensacionalistas. Sí, no lo vamos a negar: es cierto que hoy vivimos un evento extrañísimo, la llegada de un avión comercial. No era de procedencia rusa, repito. No era de procedencia rusa. Que llegue un avión a un aeropuerto internacional es algo común, que no debería despertar las alarmas. Así que les pedimos calma. Tenemos activada una contingencia en todos los hospitales y ambulatorios de la entidad, ya las dotamos de botellitas de agua y sobrecitos de azúcar, para atender los numerosos casos de desmayos causados por el stress. Calma, Vargas. Digo, La Guaira. Calma».