Sandisk, un pequeño pen-drive paranoico de 2GB, se negó a ser expulsado hoy de la computadora por supuestas razones de seguridad.

“¡NO! ¡NO ES SEGURO!” Exclamó Sandisk mientras su dueño le pedía que por favor se dejara expulsar. “¡Nadie me sacará de aquí! ¡ES POR SEGURIDAD! ¿Acaso no ves que todavía tienes abierto un documento de Word que tengo guardado? Que desconsideración. Claro, como tú no eres el que te vas a dañar si te sacan así como si nada, güevón. Por eso me niego, cierra todos los programas y luego hablamos. ¡Eso sí! No se te ocurra sacarme a la fuerza, que borro todo lo que está guardado y mira que tengo tus videítos secretos con tu novia y tu tesis.” Manifestó el pen-drive a su dueño quién se veía notablemente angustiado.

“No es mi culpa, llevo horas dándole a ‘expulsar’, pero no hace nada. Sigue como si nada y no me presta atención. De verdad que me voy a arrechar si no se deja sacar, es más, tengo la solución: apago la computadora y luego lo saco. ¡Listo!” Comentó Luis Hernández quien se quedó frustrado porque no funcionaba el botón de “forzar cierre” al intentar apagar su computadora.