Metro de Caracas será gerenciado por camioneteros
El Ministro de Transporte, Francisco Garcés, anunció el día de hoy que la administración de este sistema de transporte masivo será cedida en comodato por 50 años al Sindicato Único Nacional Bolivariano Revolucionario de Camioneteros, Camionetiqueros, Jeepseros y Ruleteros del Distrito Capital, Estado Miranda y zonas adyacentes (SUNBORCACAJERU).
La decisión fue tomada por la alta directiva del Ministerio, quien se mostró optimista dado “el profesionalismo del sector camionetero”, como lo indicaba el informe presentado a la prensa: «Hoy les presento con orgullo lo que denominamos «La gran solución para la gran solución para Caracas» afirmó el ministro Garcés, mientras se acomodaba los rulos bajo un casco. «Si alguien conoce esta capital y sus vericuetos son los camaradas transportistas, que estoy seguro darán un gran paso al frente para poner al Metro bien pepa. Caraqueños, caraqueñas, muy pronto su sufrimiento llegará a su fin».
Ulises Machado, secretario del SUNBORCACAJERU y líder del sector, no ocultó su emoción frente a esta nueva etapa de su carrera. Afirmó en rueda de prensa que los agremiados por él representeados aceptaban el reto gustosamente, e indicaron los que serán los primeros cambios que implementarán de inmediato para optimizar al sistema. “Nosotros los camioneteros, asumimos con mucha responsabilidad y dignidad esta labor que nos encomienda el Gobierno Revolucionario. Estamos conscientes que uno de los principales problemas que llevaron al Metro a tocar fondo fue la pérdida de la llamada «Cultura Metro», por lo tanto, haremos lo posible por hacer que la gente se comporte como debe ser. Por ello, a continuación paso a enumerar las primeras medidas que tomaremos, para llevar al subsuelo de la ciudad la armonía que hemos logrado en nuestras calles y avenidas:
1) Eliminación de los torniquetes: Para eliminar el costo de las máquinas expendedoras de tickets y los torniquetes, los usuarios le pagarán al metrero el pasaje, o en su defecto al metrocolector. Este tendrá suficiente sencillo pegado al imán de una corneta, para garantizar a todos que les sea entregado el vuelto completo. Eso sí, se acabó la mantequilla esa de estar pagando el pasaje con billetes de cinco mil.
2) Todas las puertas de los vagones estarán cerradas y se accederá a los vagones por la puerta de la cabina. Para facilitar el flujo de usuarios en los trenes, el sistema interno de sonido repetirá, entre vallenato y vallenato, un mensaje agradeciéndole a los usuarios que se rueden para atrás.
3) Los asientos azules, otrora reservados para viejitos, inválidos y mujeres en estado, serán reservados para las mamitas más ricas y apretaditas. Para evitar que otras personas hagan uso indebido de estos asientos, serán protegidos con una cadena o un cinturón de seguridad.
4) Los vagones no pararán en todas las estaciones. La gente deberá estar pila con los letreritos en vidrio. Los usuarios deberán anunciar su intención de bajarse en las estaciones halando un cable que estará fijado a todo lo largo de las ventanas de los trenes. Los trenes no podrán bajar y/o cargar pasajeros en la mitad de los túneles, a menos que lo solicite un pana del metrero o una muchacha de buena presencia.
5) El metrero deberá en todo momento dar un trato amable a los usuarios. Deberá en todo momento evitar que su música baje de los 110 decibeles. Es la única persona que podrá fumar en los trenes, siempre que baje la ventana y cuidando de que las cenizas no le caigan a los usuarios y usuarias. Podrá colocarle peluche al volante y a las palancas de velocidad, y también tendrá permitido adornar los espejos retrovisores con CDs, escarpines, rosarios, fotos de los hijos y/o nietos. Asimismo, se prohibe a los usuarios subirse a los trenes con marcadores gruesos para escribir mensajes en los asientos. El único adorno que se permitirá en la cabina son las calcomanías de «Hoy no fío, mañana sí», «Si su hija llora es por un metrero señora» o la clásica de «El que limpia no está, el que está no es el que limpia, así que deje todo limpio como está».
6) Para que el sistema Metro tenga un presupuesto óptimo, que permita que las escaleras mecánicas vuelvan a funcionar, debemos contar con un financiamiento acorde. Por lo tanto, se elimina el pasaje estudiantil, y nos reservamos el derecho de pintar en las ventanas de los vagones mensajes como «PASAJE JUSTO» y «HORA CERO» cada quince días.
Machado fue enérgico en afirmar que la solución a los problemas no es responsabilidad única de ellos, y que necesitan de la comprensión y el apoyo de los usuarios. «Con estas medidas esperamos poner a rodar al Metro sobre rieles. Máximo quince días. Eso sí, se acabó el pan de piquito, el usuario también va a tener que colaborar para solucionar este peo. ¿Ustedes no querían su peo resuelto? Bueno, ya se lo vamos a resolver” aseguró Machado mientras compraba un Bonice en un semáforo.