12 cosas que hacen a los caraqueños sentirse orgullosos

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12 cosas que hacen a los caraqueños sentirse orgullosos

Hoy 25 de julio sale la sección de Turismo de esta semana, y como estamos en plena mitad de quincena —y no hay ni para el pasaje en perrera— decidimos traerles las bellezas de Caracas, la flamante y cosmopolita capital de Venezuela. La llamada Ciudad de los Techos Rojos cumple 451 años de fundada, así que la excusa nos quedó perfecta: enviamos al pasante subpagado a recorrer —a pie, por supuesto— todos los rincones del hermoso valle capitalino para mostrarles las 12 cosas que hacen sentir orgulloso a los caraqueños.

FICHA TÉCNICA: Fecha de fundación: el 25 de julio de 1567 / Fecha en que nació el mito “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”: 27 de julio de 1567 / Nombre oficial o que usa cualquier lector de Prodavinci: Santiago de León de Caracas / Comida típica: asado negro, polvorosa de pollo, perro caliente con cebolla y todas las salsas posibles, que siempre terminan manchando alguna prenda de vestir / Limita al norte con el cerro Ávila, sitio al que van los caraqueños para ser secuestrados y posteriormente robados / Al este limita con Guarenas y Guatire, pero shhhh, no se lo digan a nadie / Con lo que limita al sur, mejor ni hablar.

El Ávila: Para un caraqueño, el Ávila es la cosa más espectacular del Sistema Solar, pero siendo sinceros, es una montaña y ya; los merideños tienen montañas más arrechas y ellos no andan restregándoselas a nadie en la cara. Y al final de cuentas, eso se lo debemos a un proceso geológico, tampoco es que la construyó algún caraqueño.

Su gastronomía: Los caraqueños se enorgullecen de su gastronomía, pero el 95% de sus platos de los debemos a españoles, chinos o portugueses. Visita cualquiera de sus restaurantes y podrás deleitarte con un exquisito plato, que nunca será lo que querías comer en principio porque al ordenar te dirán unas 15 veces “eso no hay, se nos acabó”.

Universidad Central de Venezuela: Saber que existe en Caracas, en estos tiempos de apagones, una Casa que Vence a las Sombras, le llena el pecho de orgullo a cualquiera. Además aquí juegan los Leones y el Caracas FC, pasión de la fanaticada capitalina. Por si fuera poco, la UCV es un Patrimonio Histórico de la Humanidad, porque aquí fue que La Guaira ganó por última vez un campeonato, hace como 150 años.

23 de enero: Unos imponentes, regios y coloridos bloques que convierten a Caracas en una ciudad cosmopolita. (¿Así le gusta, señor colectivo? Le puedo agregar más si me lo pide, pero por lo que más quiera, libere a mi perro.)

La Cota Mil: La relación de los caraqueños con la Cota Mil, o como le dice waze “Avenida Boyacá”, es mágica. No solo le permite ir de un sitio a otro rápidamente; también sirve para fumar marihuana, para botar cadáveres, matar el queso, hacer ejercicio, ver más de cerca al Ávila, lavar el carro e incluso fumar marihuana, coño, esa ya se mencionó, qué pegados. Lo importante es que con cualquiera de estas actividades te pueden robar; pero al lado del Ávila, eso es un robo especial.

Las Guacamayas: ¿Cómo no amar a estas aves imponentes que dan color a una congestionada metrópolis, mientras esquivan balas perdidas, ah?

Miraflores: No hay nada que llene más de felicidad a un caraqueño que saber que cuando se prenda el peo, será aquí y estará cerquita para verlo. Aunque al paso que vamos, es probable que los capitalinos lo vean desde Santiago de Chile, Ciudad de México, Madrid, Buenos Aires, Quito, Miami, y hasta en Asunción, que dicen que es la capital de Paraguay.

Centralización: sus habitantes se jactan de no haber tenido jamás que ir al interior a hacer ninguna diligencia, y se echan 6 horas para ir a hacer un trámite al centro de Caracas, cuando podrían hacerlo en Maracay en la mitad del tiempo.

La Esfera de Soto: En verdad esto sí es algo de lo que cualquiera podría sentirse orgulloso. Lo lamentable es que el empobrecimiento de los capitalinos convirtió a la hermosa escultura en un local nocturno de techno trap cinético.

La Guaira: No hay nada que haga más jactarse a un caraqueño que el hecho de tener todo un estado a su disposición para disfrutar los fines de semana, puentes y el after party cuando un borracho grite: ¡VÁMONOS PA’ LA PLAYAAAAA”, aunque horas después se arrepienta.

El Boulevard de Sabana Grande: Enorgullece especialmente a las caraqueñas: cuando logran caminarlo completo sin pisar una baldosa mal puesta que les salpique las batatas de aguas negras, sienten la misma satisfacción que cuando alguien lograba escapar de la policía en Need For Speed Most Wanted al tener 5 estrellas.

El Metro: Para los caraqueños, el Metro no solo fue motivo de orgullo, sino una promesa de futuro, de orden y civilidad; hoy en día, por la mala administración, la “Gran Solución para Caracas” no pasa de ser un dolor de cabeza, pero también debe recordarnos que, en un futuro, lo podremos lograr de nuevo.

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