Pierre Diosdaden, temido villano de las afueras de la capital venezolana, peinó su largo bigote y se puso su mejor sombrero de copa para secuestrar una damisela y atarla a las vías del metro, una actividad digna de cualquier mente maestra del mal. Sin embargo, Diosdaden escogió el peor camino: las vías del metro Guarenas – Guatire y desde el 2007 está esperando que lo terminen para completar su fechoría.

La doncella raptada por Diosdaden, Aurora Villamizar, vivió el terror los primeros 5 años de su secuestro, pero gracias a las promesas rotas del chavismo ya se acostumbró a su captura y espera envejecer y criar una familia durante su espera. Actualmente, Aurora pasa sus días contando los tiros que se escuchan desde la autopista y soñando con un valiente héroe que la rescate, pero al parecer todos los candidatos a ser su príncipe encantador se fueron a Perú. Por los momentos tanto al villano como a la damisela solo les queda seguir esperando y celebrar esos quince añitos picando una tortica de cambur.