Un trágico episodio se vivió hoy en la mañana en el Boulevard de El Cafetal, cuando chocaron de frente una caravana de bachilleres —que celebraba ruidosamente su graduación— y un entierro de malandros —que se dirigía al Cementerio del Este. Contrario a lo que cabría esperarse, el accidente, que tuvo un saldo de 3 personas muertas y 11 heridas, dejó a la ciudad en un ambiente de paz y tranquilidad.

Isaías Perdomo, fiscal de tránsito encargado de levantar el accidente, conversó cordialmente con nosotros, mientras simulaba hacer un croquis de los hechos. «Sí, mira, chocaron, un poco de muertos y heridos, y tal. ¿Y cómo no van a chocar, si eran las 11 de la mañana y venían todos hasta el culo de anís? ¿Encaramados en las ventanas? La señora de aquel kiosko que está allá me dice que al momento del accidente incluso venían algunos perreando y bailando en el techo. Lógico que se van a medio matar, ¿no? Ahora, sí me lo permites, déjame simular que estoy interesado para salir rápido de esto e irme a almorzar».

Dalila Hinojosa, la referida señora que fue testigo de los hechos, fue enfática al hacernos saber su opinión: «Mire mijo, eso es todos los días. Malandros o estudiantes, todos son igualitos: manejan borrachos, se comen el semáforo, trancan la avenida, nos torturan con el corneteo, una gritadera, lanzan botellas, mean en los árboles. ¿Qué cómo me siento con los muertos? Meh, me da igual. Yo estoy feliz, al menos hoy estaremos un ratico más tranquilos, mientras levantan el choque. Aunque en media hora serán otros los que vengan, mejor déjame disfrutar el momento».