El señor que tiene las llaves de todos los lockers de Miraflores —menos el de Jaua porque él mismo perdió las llaves— , Nicolás Maduro, rompió hoy el banquito donde se amarraba los zapatos al preguntarle si lo reconocía como presidente de Venezuela.

Maduro, quién es reconocido como presidente del club de Yu-Gi-Oh de Valle de la Pascua, aseguró entre lágrimas estar arrepentido por haber roto su banquito para amarrarse los zapatos: “No sé qué me pasó, pero lo rompí, ese banquito de ébano imperialista juanguaidista me faltó el respeto. Le tuve que dar unos coñazos para que entrara en cintura, pero no aguantó y se desbarató. Yo soy el presidente de Venezuela, eso me lo dicen todas las personas que están cerca de mí. Lo digo yo, me lo dice Cilia, lo dice el señor que está en el espejo del baño, y si ellos me lo dicen, es así. ¡No más banquitos injerencistas! No, no y ¡NO!”, aseguró Maduro mientras intentaba volver a pegar el banquito con los mocos que guarda debajo del escritorio.