Paredón de fusilamiento recuerda con nostalgia cuando no había inseguridad con Pérez Jiménez
Braulio, una de las paredes de fusilamiento más utilizada por la Seguridad Nacional en los años 50, recordó con nostalgia la época del dictador Pérez Jiménez, cuando el país era próspero, con infraestructura y sin inseguridad.
“Uy, sí, yo recuerdo, ¡esos sí eran buenos tiempos! Las calles eran perfectas, no había rejas en las ventanas, no habían malandros por ahí y se construía infraestructura con mano de obra explotada, digo, presos políticos, digo, presos. Ya ni sé lo que digo. Bueno, yo no te voy a mentir, de vez en cuando venían a Guasina, donde quedaba el campo de concentración, digo, cárcel. Allá mandaban a algunos dirigentes de AD y el PCV y bueno, los torturaban, digo, los torturaban. Pero eso no importa, chico, porque en las calles lo que había era fiesta y fiesta y así es como todos lo recordamos, ¿no?” exclamó Braulio, quién se encontraba apenado por los huecos dejados por las balas.
María Alejandra López, una señora perezjimenista, también recuerda con nostalgia los años 50. “Yo vivía por La Candelaria en aquella época, todo era muy tranquilo, te digo. Puede ser verdad que mataban a la oposición, había mucha gente exiliada o desaparecida, los partidos políticos eran ilegales y las elecciones eran un fraude, pero no importa porque uno tenía el teleférico, la autopista Caracas-La Guaira y unos carnavales buenísimos. ¡No como ahorita, chico! Que estamos en plena dictadura castrocomunista, pero ahora nos matan es a todos. Además, acá nadie está contento, acá no hay chavistas haciéndose los locos con los problemas del país mientras solo ven lo bueno que pasa. Claro que no.”