En horas de la madrugada de hoy, un sismo de 5.4 en la escala de Richter, con epicentro en la frontera entre Colombia y Venezuela, dejó a muchos habitantes de la región fronteriza sorprendidos por la cantidad de caos que se le puede añadir a su ya difícil día a día. Sin embargo, a pesar del revuelo causado por el fuerte movimiento tectónico, testigos aseguraron que la cola de la estación de servicio Lagopista, ubicada en Maracaibo, no se movió en lo absoluto.

Argenis Montiel, maracucho que llevaba horas en la cola sin aire acondicionado para llenar de gasolina subsidiada su Corsa 2002, nos habló sobre su experiencia: “Vergación, ve, yo tenía desde tempranísimo ahí pega’o en una cola trimardita para echar gasolina. Desde anoche me vine para ver si hoy la Chinita me ayudaba con la paciencia, con el calor o con los guajiros. Tenía rato acá en el carro cuando de repente me despertó un movimiento de un vergajazo y era el terremoto ese del sevillo. Ve que yo pensé que esa tembladera iba a hacer que esta cola se moviera así sea pa’ lante o pa’ atrás, que iba a asustar a más de uno o que iba hacer que el carro de por allá se rodara por lo menos un pelito. Pero nada. No pasó nada. El carro me brincó pa’ arriba y la cola del coño siguió igual. Tanto que se movió ese suelo pa’ nada, porque aquí sigo como con cien carros más por delante y todos los policías dejando pasar cualquier persona que pague en dólares”, concluyó Montiel, segundos antes de lanzar un pote de mayonesa de la arrechera luego de ser informado que no surtirían más gasolina por hoy.