Un cable de Wikileaks filtrado por el mismo portal reveló que Julian Assange había considerado a Venezuela en su lista de países para pedir asilo político, pero que al final terminó descartando esa posibilidad por la lentitud del internet en el país.

En el documento puede observarse que el fundador de la organización mediática internacional evaluó las bondades de venirse a Venezuela. “Es un sitio en el que a nadie parece importarle que la información confidencial sea extraída por medios no convencionales. Están acostumbrados a tener las líneas telefónicas pinchadas por el Gobierno o por Carlos Sicilia, a dar información personal delicada cada vez que realizan una compra y a hablar abiertamente de intimidades con desconocidos en el transporte público. Asimismo, sus periodistas tienen una credibilidad infinita, o se rehúsan a confirmar los chismes, lo que puede ser muy provechoso para mí. En Venezuela nadie notaría que extraigo información, sería un buen lugar para refugiarme”, escribió Assange en un cable que él mismo filtraría después.

Sin embargo, el australiano halló una razón de peso para descartar Venezuela como nueva residencia: la velocidad de navegación de ABA de CANTV. El creador de Wikileaks expresó que “lo que me lleva al final a decidirme por Ecuador es que no podré vivir con la lentitud del Internet venezolano. Imagínense ustedes, poner a subir una información confidencial hoy y que termine de subirse en 3, 4, 5 días. Sumándole a eso la posibilidad de que el upload vaya por un 94% y se vaya la luz, o que tu vecino se robe tu WiFi y se ponga a descargar una película. No hay manera de mantener un sitio web en un sitio así, ni siquiera una página de humor político. Yo necesito condiciones mínimas, por lo menos para stalkear a mi ex antes de que vuelva a cambiar de novio”.

En el documento se puede observar que entre los posibles países para pedir asilo político, Assange incluyó inicialmente a Bolivia, China y Cuba, pues –en sus propias palabras— “tengo fe en que estas naciones, me acogerán para defender mis derechos básicos, y fundamentalmente, la libertad de expresión” rezaba el documento confidencial.