Sambil La Candelaria será nueva sede de la Morgue de Caracas
El ministro para el Interior y Justicia, Tarek El Aissami, anunció esta tarde que el Centro Comercial Sambil de La Candelaria, expropiado meses atrás por el Gobierno Nacional, será la nueva sede de la Morgue de Caracas.
«Le conseguimos el uso ideal para este edificio capitalista: albergará los cuerpos de todos aquellos patriotas que mueren de causas naturales como enfermedades, vejez o balas perdidas que vienen de países vecinos. La simbología es perfecta: un edificio muestra de un sistema moribundo, para albergar a nuestros muertos. ¡Cómo para reírse, Izarrita!» aseguró el Ministro, mientras daba un tour a la prensa por el inmenso edificio.
Durante este recorrido pudimos obtener declaraciones del maestro de obra, Wilmer Machado, encargado de la remodelación de los espacios. «Esto lo que va a quedar es pepa chamo, mira: este es el Nivel Balacera, todo este nivel va a ser una neverita, helada mi pana, como el aire acondicionado de mi Malibú 82. Lo mejor es que toda esta vaina que tu ves aquí es, como decimos ahora, Hecho en Socialismo» afirmó Machado con orgullo, mientras guindaba el compresor del martillo neumático de una grúa, para que no se lo robaran en la noche.
La comitiva continuó admirando los espacios, mientras Machado fungía como guía. «Esta interesante estructura que destaca delante de nuestras personas es el Nivel Puñal; lo llamamos así porque está ubicado en lo más bajo de la edificación. Aquí iba la heladería Häagen-Dasz: en ese local es donde van a estar ubicada las cavas. Más allaíta pueden ver el nivel Ajuste de Cuentas y el Nivel Acribillado, que está preparado para albergar con total comodidad a 500 personas. Los mesones de lo que iba a ser Zara ahora los adaptamos para que funcionaran de camillas y quedaron fue bellos. Pilla. Fíjate mi pana que acá en el Nivel Acribillado se retiran de los difuntos muchas balas, por eso adaptamos lo que iba a ser FerreTotal para que albergara todos esas evidencias, ahí vamos a disponer de varios tobos plásticos para que los experticios pongan las balas bien ordenaítas y no se les pierdan ¿ve?» señaló el maestro de obra, mientras acompañaba al curioso grupo de prensa a la feria de comida, bautizada «La Bala Fría», adonde les servirían un pequeño refrigerio.