Robert Murphy, un oficial de inmigración del aeropuerto de Miami en los Estados Unidos, se encontró hoy con uno de los retos laborales más difíciles que ha tenido en su carrera al tener que decidir si un venezolano que tenía un budare en su equipaje estaba tratando de emigrar o solo iba de vacaciones a su país. 

“El señor Carlos Chacón, venezolano de 37 años intentó ingresar al país con más de 50 kilos de equipaje y una especie de sartén aplanado llamado budare que despertó mis sospechas. ¿Por qué traerse un implemento de cocina a un país donde no se va a emigrar? ¿Acaso el venezolano no puede dejar de comer arepas por un solo maldito día? ¿Por qué las venezolanas son tan hermosas? Son muchas preguntas que me hice en el momento que este individuo intentó entrar al país. Lo otro sospechoso que había en su equipaje era un título universitario apostillado, una pintura de un cerro detrás de una ciudad y una gorra tricolor. Pero sin duda lo que despertó las alarmas fue que el individuo Chacón traía una estampita religiosa. Todos sabemos que si alguien emigra de Venezuela, una madre o abuela escabulle una imagen religiosa en el equipaje a escondidas. El ciudadano pidió que no lo regresarán a su país por lo que fue devuelto a Panamá. Seguro allá la pasará bien”, aseguró Murphy quien también detuvo a una venezolana que traía más de 20 libros y a su padre en el equipaje.