Presidente echó el cuento de sus vacaciones desde el Balcón del Pueblo
Ayer, el primer mandatario arribó de vuelta al país, luego de sus merecidas vacaciones que lo llevaron por 11 países del mundo. A su llegada se reunió con unos amigos en el Balcón del Pueblo para echarles el cuento de su viaje por Asia y Europa. Contó que si bien nunca ha envuelto sus maletas en plástico, «porque le parece nichísimo», a partir de ahora lo va a empezar a hacer, porque le abrieron una y le sacaron unos Toblerones que le traía a su mamá.
Mostró también fotos de paisajes, una toalla y un champucito que se robó de un hotel («es una manía que no puedo resistir», confesó) y estuvo riéndose mientras contaba la anécdota de Nicolás Maduro y el picante en Irán: “se le hinchó la bemba, se parecía a Mimí Lazo… ¿Verdada Nicolás?”.
Para delicia de los que lo escuchaban, siguió contando los pormenores de su provechoso viaje: “No vayan nunca a España en verano, ¡qué bolas el calor! En cada tienda que veía abierta me metía, pero para agarrar el aire acondicionado. En una librería en Madrid me metí y cuando salí, había un poco de gente que me saludó, ¡qué chiquito es el mundo, de pana!”.
El Presidente recomendó a sus amigos nunca ir a Bielorrusia, porque “es aburridísima y uno pela mucha bola con el idioma” aunque le pareció muy chévere la gente y muy amistosa. Contó que nadar con delfines fue una experiencia “sobrecogedora” y dijo que la Mostra de Venecia estuvo un pelo ladilla, excepto por la alfombra roja y las actrices, que estaban “divinas”. Le pareció muy extraño, eso sí, que no le cobrarán la cotufas: “esas son vainas de los italianos, con el tiempo uno los entiende”
Se despidió recomendándole a sus seguidores “que viajen mucho, porque al final, le pueden quitar a uno todo, menos lo viajado; además conocer le abre a uno la mente” y les pidió no hacer caso a la campaña mediática que dice que, por culpa de CADIVI, cada vez es más jodido viajar: “¡A mi me salió baratísimo!”.