El Mundial de Fútbol está cada vez más cerca y las prohibiciones impuestas por Qatar no paran de aumentar. Esta vez no fue el sexo fuera del matrimonio, el alcohol o los apretones de mano de más de 15 segundos, sino el mismísimo fútbol, que fue baneado de la competición por parte de los organizadores qataríes.

Por su parte, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) no se quedó de brazos cruzados y ya empezó a proponer soluciones ante tales obstáculos impuestos por el gobierno del país de medio oriente. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, expresó cómo planean resolver esta incómoda situación: «Si el fútbol va en contra de las creencias de nuestros queridos y millonarios amigos de Qatar, pues lo prohibimos. ¿Y entonces qué jugarán los deportistas durante el Mundial? De todo un poco, mientras sean actividades respetuosas para con los Qataríes. Es decir que en noviembre veremos a Mbappé jugando ludo, a Cristiano en una carrera de camellos y a Messi jugando el juego favorito del gobierno qatarí: ponle el grillete al homosexual”.