Un fenómeno que no pasaba desde hace unos 10 años volvió a ocurrir en las hermosas costas de Los Roques cuando unos escoltas nativos del archipiélago venezolano volvieron a poner sus huevos en la playa tras reclamar el espacio que le había sido negado por los turistas que ahora están en cuarentena. Este evento se suma a la aparición de camionetas salvajes en los alrededores de las costas venezolanas.

Iñaki Pérez, proteccionista de la especie escolta de Los Roques, ofreció sus declaraciones: “Esto es hermoso, los escoltas nativos regresaron a su lugar de origen y desovaron en la arena para que cientos de renacuajos escoltas puedan nacer en las playas. Solo bastaba con que no hubiese contaminación de ningún tipo, ni humanos que escucharan música en sus playas para que los escoltas no tuviesen trabajo y pudieran empezar su etapa de reproducción. ¡Es precioso! Esto sumado a que las costas venezolanas ya no están llenas de las prepagos, famosas depredadoras de escoltas, frenó el ecocidio y regresó todo a su equilibrio natural”, afirmó Pérez mientras tapaba con arena un huevo de escolta que quizás en un futuro la atracará.