Gloria Fuentes, una vendedora de una tienda de ropa en el centro de Caracas, cumplió 48 horas de esperar con fe a un cliente que dijo que iba a ver otra tienda y volvía.

“Ella volverá. Lo sé.” Son las palabras de fe que se repite Gloria a sí misma para no aceptar el hecho de que la cliente no volverá. “Claro que sí. Ella entró a la tienda, ojeó las camisas, yo le dije ‘a la orden, desea algo’, dijo que sí, se probó una camisa y luego salió corriendo. Antes de salir me dijo que iba a ver otra tienda y volvía. Pero ya lleva más de dos días y no ha regresado. Aunque yo sé que ella volverá, yo creo en su palabra.” Comentó Gloria mientras tocaba el vidrio de la vitrina y miraba a los transeúntes esperando reconocer la cara de su cliente.

A través de nuestro equipo de investigación, pudimos dar con la identidad de la cliente. Esta resultó ser una joven de 24 años llamada Mariana Sánchez. “Yo de verdad tenía intenciones de comprar, pero tuve un incidente en el probador. Cuando me puse la blusa, la rompí. No supe qué hacer. Yo sabía que los kilos de diciembre me iban a cobrar, pero no así. Por eso me puse nerviosa y tuve que salir corriendo de la tienda. Le dije que iba y volvía a la vendedora para que no se diera cuenta de lo que había hecho. Bueno, pero eso fue hace 3 días, yo no voy a pagar nada ¡NADA!” manifestó Mariana Sánchez al momento de huir, para luego quedar atrapada en una cola de una tienda de electrodomésticos.