Para los venezolanos existen dos temores: ver a sus padres haciendo el amor y pasar por una alcabala del FAES. Sin embargo, esta semana se descubrió que el temor no solo se extiende a los humanos, como fue el caso del Aveo del joven Christopher López, quien al transitar por una alcabala silenció todos sus ruiditos con tal de no ser detenido.

Nuestro pasante subpagado —a quien enviamos uniformado de la MUD para provocar a los oficiales— logró recoger las declaraciones del dueño del vehículo: “Este carro tiene ruidos en todos lados, le suena el motor, la caja, hasta el CD de Maná que tengo en el reproductor, pero cuando pasamos por la alcabala del FAES no le sonó nada, absolutamente nada. Creo que mi carrito se cohíbe al ver hombres con rifles, chalecos, máscaras de Jack El Destripador, pidiendo documentos y viendo que clase de nuevo método de intimidación aplican. Creo que tengo que pasar más por alcabalas para ver si por fin se le arreglan todos los ruiditos que tiene, porque desde que estoy pasando más por alcabalas, incluso se le escucha más calmado”, aseguró López antes de ver cómo su carro ahora hacía silencio frente a una alcabala del CONAS.