Un gran porcentaje de la población del estado Táchira amaneció hoy a la expectativa, esperando con ansias que los puentes que comunican a ese estado fronterizo con el resto de Venezuela se terminen de derrumbar para ver si finalmente los dejamos solos de una buena vez.

«Pues sí, ¿qué le puedo decir? Que se terminen de caer esos puentes y carreteras, que seamos una isla, de verdad ya no me interesa» afirmó el señor Víctor Medina, hijo ilustre del Táchira, visiblemente decepcionado de ver que su querida región fue una de las pocas en votar en oposición a la reelección del presidente Hugo Chávez. «Que se termine de derrumbar la Panamericana si no es que mientras estoy declarando esto ya pasó, pero del lado del Zulia que está bien malo de por sí.  La del lado de Merida podemos dejar un paso pequeño, los merideños han demostrado ser gente de principios y que se caigan los puentes de la vía El Llano. Ya no nos interesa, nos dejaron solos. ¡Qué decepción con Venezuela! Bueno, quizás que dejen un puente levadizo en la troncal 5 para que el Deportivo Táchira pueda salir y golear a sus equipos de porquería. O para que cada 40, 50 años salga un grupo de militares tachirenses arrechos a poner orden en el desastre que hacen allá en Caracas. Pero que sólo sirva para eso y ya. No más excepciones»

Medina desestimó los rumores que dicen que de ocurrir estos derrumbes, el Táchira podría morir de hambre. «Para eso está Cúcuta. Podemos hacer negocios con ellos. Aunque sin puentes, no podrían llegarnos las pocas gandolas de gasolina que aún nos llega, sólo podríamos hacer trueque con nuestros cupos CADIVI. Pero bueno, en fin, ya nos arreglaremos. Déjenos en paz y que el Santo Cristo de la Grita se apiade de sus almas»