¿Ir al cine y gastar $40 para terminar viendo una película que no te gusta y que no puedes disfrutar porque sufres de miopía? ¡No, ya basta! José Andrés Morales, un joven emprendedor que vive en Turmero, estado Aragua, tiene un negocio con su pareja: cada vez que invita a su novia a ver “películas” en su casa, le cobra la mitad de las cotufas. Eso sí, los fines de semana tiene una promoción: el refresco va por la casa.

“No mano, ¿usted sabe lo que cuesta ir al cine en estos días? Además que la jeva quiere entrar a ver la película con sus cotufas y su nestin que sabe es a agua. Se acabó, ahora vemos películas en casa y si quiere cotufas, que las pague” fueron algunas de las palabras del joven Morales, que además de ser un ahorrador, ahora le dio una idea de negocio a la población venezolana. Hablando de su novedoso plan de marketing, Morales también agregó: “Los frescos yo no se los voy a cobrar porque esa es jevita mía, ¿si me entiende? Tampoco voy a ser una lacra con ella; pero ahora vamos mitad y mitad con todo. ¡No manito!, todo está muy caro para ir botando la plata en una película que yo con mi BLU puedo grabar y producir!” finalizó Morales, mientras pensaba en convertir su casa en un cine artesanal y alquilarlo.