En la mañana de hoy la Organización de Cosas sin Importancia de Oregon (OCIO), a través de un estudio, reveló que sin importar raza, alimentación o crianza los gatos siguen siendo unos mamagüebos.

“Los resultados son claros y contundentes. Le dimos la vuelta lo más que pudimos sin ningún resultado diferente. El gato nunca trajo el hueso o se alegró al vernos llegar a casa; al contrario, su actitud era como de fastidio. Así que la conclusión es definitiva: Los gatos siguen siendo unos mamagüebos. No entiendo por qué la gente los quiere, es como tener a un amigo afeminado, engreído y arrogante que se escapa y no le importa tu vida. Qué asco ese animal, es demasiado mamagüebo” concluyó el presidente de OCIO, Brian Mcmanaman, mientras intentaba llamar al gato del experimento que solo lo miraba de lejos sin hacer absolutamente nada.