Luego del apagón ocurrido el lunes 2 de diciembre, el Presidente de la República anunció un nuevo gran despliegue de seguridad en las centrales eléctricas del país. La medida incluirá al Ejército, que a partir de ahora deberá vigilar a la Guardia Nacional que ya se encontraba vigilando los sistemas de generación y transmisión de electricidad del país.

“¡SABOTAJE! ¡SABOTAJE!” Fueron las primeras palabras del Presidente durante una cadena que comenzó momentos después del apagón; justo cuando lograron hacer arrancar el generador de emergencia de Miraflores, el cual no prendía por falta de diesel. “Jesse me acaba de llamar, Jesse. Él me dijo que me juraba que no era culpa de él. Me lo juraba por Chávez, por el Gigante, y lo regañé; el nombre del Comandante Inconmensurable, Sideral e Inoxidable no puede ser usado en vano. No. Pero como yo sé que Jesse es un hombre de palabra, le creo. Después me dijo que en verdad esto había sido un sabotaje. ¡Qué casualidad! En el mismo lugar del anterior sabotaje donde ya teníamos a la Guardia Nacional cuidando las centrales eléctricas. Entonces lo mejor que podíamos hacer era enviar al Ejército forjador de libertades —tan bellos y buenos ellos, ¿no?— a que vigilara a la Guardia Nacional. Yo no quiero creer, no quiero creer, lo que dicen por ahí: que la Guardia dejó de vigilar las centrales para hacer una alcabala. Esos rumores, y todo este sabotaje, es la derecha amarilla parasitaria amibiásica que ya se nos infiltró en la honorable Guardia Nacional. Porque… ¿cómo se explica uno que un sabotaje ocurra en el mismo lugar donde ya pasó uno? ¿Ah? Sencillo: ¡MÁS SABOTAJE!” exclamó Maduro, quién confesó haberse asustado mucho porque lo primero que vio cuando llegó la luz fue a la primera combatiente.

El despliegue del Ejército será inmediato, tan pronto terminen sus operativos de venta de pernil y torta negra a precios solidarios, pautados para esta misma semana. Sin embargo, esta no es la única carta bajo la manga del Presidente. «En caso de que vuelva a ocurrir otro apagón, ya tengo en cola a la Marina. Ya verán, saboteadores apátridas, que los valientes herederos del Libertador no sólo son buenos para vender arbolitos de navidad socialistas; también saben cuidar nuestras instalaciones eléctricas. Bueno, solo a las centrales que estén cerca de la costa porque ellos son como Aquaman, si no hay una agüita cerca, no pueden moverse. A la Aviación no la meto en esto, porque ellos ya tienen sus aviones ocupados practicando para el próximo desfile. Hay que tener prioridades. Además, los helicópteros rusos ya se cayeron todos.” manifestó Maduro, mientras se probaba un traje de San Nicolás de Armani.