Ya no son solo los venezolanos los que emigran, dada la gravedad de la situación económica y política que vive el país. Hoy, el petróleo venezolano decidió marcharse de Venezuela y emigró vía marítima a Trinidad y Tobago en busca de mejor vida, pues aún el espacio aéreo está cerrado y resulta complicado irse de la manera habitual.

En su forma líquida más espesa, el hidrocarburo confesó que para él no era opción seguir viviendo en un lugar donde nadie aprecia su valor: “No es fácil, compai, vivir así. Antes uno veía mal a los que se iban de aquí, pero ya los entiendo. Porque aquí antes yo vivía bien, pero ya ni eso; ya ni me extraen del suelo, y cuando lo hacen, es para quemarlo a uno en esas refinerías roñosas que explotan un día sí y otro también. Y bueno, coño, uno sabe que hay literalmente cientos de países donde me necesitan, me valoran y lo más importante: me quieren. Así que decidí irme. Claro, lo gracioso es que cuando a uno le llega la hora, no hay ni aeropuertos ni cruces fronterizos, así que decidí irme por el mar. Eso sí, apenas empecé a flotar, poco a poco me fui deshaciendo, perdiendo mi dura corteza; pero espero llegar lo más completo posible a otras costas. He escuchado tremendas cosas de Trinidad y Tobago. Creo que Nicki Minaj es de por allá”, concluyó el petróleo, que sin querer iba causando la muerte de la fauna marina, evento que le causará un episodio depresivo más adelante.