Hildemaro Díaz, reconocido llanero oriundo de la localidad de Altagracia de Orituco, decidió romper con la faena del día a día en su finca y se escapó a darlo todo en una discoteca local. Sin embargo, Díaz no contaba con que se le iba a juntar el ganado en la pista de baile, donde coincidieron un macho Cebú y una hembra Holstein, corriendo el riesgo de que el ganado de carne se le mezclara con el de leche. 

Sabrina Castillo, una joven que se encontraba en la discoteca, decidió contar los hechos a la prensa mientras se tomaba un break de 3 horas para ir al baño: “Nosotras vimos como llegó este señor con ganas de rumbear hasta abajo al son de Reynaldo Ármas y de una sabíamos que algo raro iba a pasar. O sea, marica, es que era obvio, cómo va a venir así sin preguntar, este es un lugar demasiado concurrido. Obvio que pasó lo que tenía que pasar, se le juntó el ganado cuando pusieron la de Ozuna, al ratico lo vi llorando en el baño y se me acercó al oído a decirme con la voz quebrada: ‘Caramba ñero, se oscurecieron mis días’, pobrecito, el hombre se quedó sin el chivo, sin el mecate y sin el padrote”, concluyó Sabrina antes de gritar porque no esperaba que el DJ pusiera su canción favorita: Psychosocial de Slipknot.