Durante un encuentro con los medios efectuado el día de hoy en un saloncito ahí, decorado con palmeras y una foto de Chávez, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales, confesó estar debatiéndose aún entre decirle “no” a Capriles o simplemente mandarlo a la mierda, respecto a la impugnación presentada contra las elecciones del pasado 14 de abril.

“Al recibir oficialmente la documentación presentada por el gobernador de Mirada, la revisamos durante un arduo período de 2 minutos y nos vimos envueltos en un dilema: decirle que no a secas a Capriles o mandarlo a la mierda. Pero como somos una institución independiente, profesional y respetuosa, no vamos a revelar más información de un caso. Eso, sí, puedo asegurarles que el fascista patiquín comemierda ese se va a quedar como novia de pueblo y que su impugnación va a ser llevada al lugar que le corresponde: la gaveta más olvidada de este honorable tribunal. Aunque si alguno de mis magistrados tiene alguna mesita con una pata coja, que hable ahora o calle para siempre” comentó la magistrada Morales ajustándose la banda tricolor del brazo porque se la habían puesto muy apretada.

La presidenta del TSJ también aclaró que las pruebas presentadas por Henrique Capriles, anexadas a la solicitud de impugnación, serán entregadas a un experto equipo multidisciplinario, integrado por un grupo de niñitos de 3 años, quienes procederán a hacerle a esas hojas dibujos de caritas, soles sonrientes, arbolitos y pipicitos.