El mundo entero pudo observar esta semana, de primera mano, la increíble bondad del mandatario venezolano Nicolás Maduro al permitir que un ciudadano del país tomara una taza entera de café, recién colado, caliente, con leche no vencida y con dos cucharadas de azúcar —no papelón, azúcar de verdad— sin que fuera arrestado por ello, sin que su casa haya sido allanada o su familia hostigada.

La agencia noticiosa Con Los Ojitos del Comandante Dando reportó en la tarde de hoy el acto de amor más puro y desinteresado, y nos pidió muy educadamente —y sin algún tipo de amenaza— que por favor replicáramos la nota en nuestra página: “En la tarde de este hermoso miércoles 2 de septiembre del año 2020, año 21 después de Chávez, el guapo presidente le-gí-ti-mo Nicolás Maduro presentó un acto de nobleza, dignidad, amor y bondad, el más puro y apasionado que haya hecho en todo su perfecto mandatarismo (sic). Por decisión propia y sin alguna razón, motivo o justificación por detrás, el segundo presidente más guapo de toda Venezuela, seguido de Chávez por supuesto, dejó que un ciudadano patriota anti-Trump y anti-Guaidó tomará una deliciosa taza de café como merienda vespertina. El ciudadano disfrutó sin molestias, sin amenazas y sin algún tipo de disturbio este delicioso trago caliente, y agradeció ese delicado momento de solaz y relax como solo Maduro puede darle a su pueblo. ¡Cuánto amor el que hay en nuestra madre patria! ¡Cuánto amor nos da nuestro sexy presidente! ¡Gracias, Maduro! ¡TE AMAMOS PARA SIEMPRE!”.