Un evento que marcaría un hito en la historia política venezolana ocurrió el día de hoy en El Tigre, estado Anzoátegui, cuando una señora de 56 años le gritó al Vicepresidente de la República: “Maduro, dame mi casa”.

Para el Vicepresidente fue imposible esconder la lágrima que recorría su mejilla al escuchar los gritos de desesperación de la señora Mujica, quién aseguraba que llevaba más de tres años pidiendo una casa. “De verdad estoy conmovido, acá, junto al pueblo revolucionario. Que ya me grita a mí directamente ¿eh? me piden cosas, ¡a mí! Hace unos días hasta me dijeron que la inseguridad no era mi culpa sino de mis ministros; ese día se me hizo un nudo en la garganta. Sé que mi trabajo estará listo cuando la oposición me insulte a mí directamente. Allí, celebraré como si no hubiera mañana… o Presidente.”

“A mí no me importa quién es ese señor Maduro, yo lo que quiero es mi casa”, declaró las la señora Mujica, quien le colocó bigotes a su afiche de Chávez para que se pareciera más a Maduro. “Por mí puede ser Jaua, Maduro o una engrapadora, yo lo que quiero es que alguien me solucione mis peos. Ninguno de esos señores es Chávez, así que igualito dudo que puedan hacer algo, pero uno intenta. La otra vez vino el Gobernador, le pedí una casa y lo que me dio fue una lata de atún. Yo sé que normalmente los políticos no le prestan atención a lo que decimos, pero al menos un mínimo de por favor”, manifestó la señora Mujica visiblemente decepcionada cuando notó que Maduro siguió de largo porque realmente estaba perdido tratando de ir a Carúpano.