El control remoto del televisor de la familia Guzmán, se prepara el día de hoy para que le remuevan sus pilas y sean traspasadas al nuevo carrito a control remoto que recibió José Andrés (6 años) entre sus regalos del Niño Jesús. “Esto es todos los años. Le dan un regalo que usa pilas al carajito y me dejan a mí sin nada. El fastidio es que luego nadie me quiere poner pilas nuevas ¡Nadie! Empiezan a buscar otras pilas viejas y luego ando yo pariendo. Ah, pero el carrito a control remoto ese sí puede tener sus pilas buenas que tenía yo. Y lo peor es que ese carajo se jala esas baterías en media hora, en cambio yo… ¡años! Años tienen que pasar años para que yo me gaste un buen par de pilas. Y si me las gasto, todavía las pueden sacar y volver a meter y vuelvo a la vida o sino con unos coñacitos regresa la pila. Yo siempre resuelvo.” Comentó el amargado control remoto a quién ya no le servía el botón del 4.