Autoridades del Instituto Nacional de Transporte Terrestre inauguraron el día de ayer un distribuidor que conectará directamente la Autopista Regional del Centro (ARC) con el infierno.

La inauguración de la obra resultó complicada ya que de los 40 invitados, solo 4 pudieron llegar, a raíz de distintos accidentes sufridos a lo largo de la vía. Guillermo Padrón, ingeniero de la obra, aseguró que «esta es una construcción sencilla que viene a complementar lo que ya era la ARC: una carretera directo al infierno. Es más, muchos dirían que la ARC es el infierno en sí mismo, pero no, es solo la entrada. Ahora se hará más fácil el tránsito a las pailas ardientes de Belcebú. Eso sí, llévenle sus panelitas de San Joaquín. Al diablo les encantan las panelitas.»