Ernesto Campero, un joven de 29 años, está siendo estudiado en la Universidad de Harvard por un equipo de médicos que buscan solucionar el espasmo facial que lo hace ver como un pendejo perennemente.

La condición médica de Campero lo ha obligado a llevar una vida llena de abusos y ataques por parte de otras personas. “Cada vez que se me daña el carro tengo que pagar un realero, así sólo le hayan tenido que cambiar una manguerita. Los Testigos de Jehovah y los estafadores me caen como zamuros, mis parejas me han montado cachos, mis hijos me maltratan físicamente y las malditas palomas se la pasan cagándome encima. Esta no es manera de vivir, yo necesito que me quiten la cara de pendejo”, expresó el joven con desesperación.

David Kauffman, el médico que lidera el equipo de investigadores, considera que de encontrar la cura para Ernesto, la calidad de vida de muchísimas personas podría mejorar exponencialmente. “La idea es hacer que estos pendejos puedan llevar una vida como las de todos los demás. Sin embargo, no ha sido fácil desarrollar la investigación. Los médicos que conforman el equipo deben luchar constantemente contra los impulsos de joder al señor Campero. Incluso debo confesar que esta investigación inició como una estafa para sacarle dinero a esos pendejos desesperados”, afirmó Kauffman mientras manipulaba al Sr. Ernesto para que le firmara unos cheques que financiarían el supuesto estudio, aunque los mismos realmente serían usados para pagar la hipoteca de la casa del doctor.

Adicionalmente, Kauffman expresó un alto interés en examinar al candidato del PSUV por Miranda, Elías Jaua, quien es considerado “El Santo Grial de la gente con cara de pendejo”. Se espera que de encontrarse la cura a esta enfermedad, la droga sería distribuida en las farmacias a un precio tan elevado que sólo lo pagarían los pendejos.