Descubren que el puente de Maracaibo no existe: es una alucinación causada por el calor
Una prestigiosa universidad estadounidense, dedicada a respaldar medicamentos para bajar de peso y a estudiar espejismos, realizó un estudio multimillonario y concluyó que el puente de Maracaibo no es más que una alucinación causada por el calor.
Raymond Johnson, un científico de la prestigiosa universidad que no tiene nombre, desilusionó a millones de zulianos regionalistas cuando publicó los resultados de su tesis. “Todos recordarán aquella famosa canción dedicada al puente de Maracaibo que reza ‘cuando voy a Maracaibo, y empiezo a pasar el puente, siento una emoción tan grande que se me nubla la mente’. Cualquiera pensaría que lo relatado son síntomas de algo emocional, pero descubrimos que son claros signos de deshidratación, causados por el fuerte calor de la zona, lo que han hecho que los marabinos y sus visitantes alucinen con un supuesto puente. Lo más impresionante es que parece que toda la región se puso de acuerdo en tener la misma alucinación, al igual que se pusieron de acuerdo en utilizar el Cerelac como una bebida para acompañar la comida.”
Johnson también reveló el lado negativo que dejó este delirio social. “Descubrimos que existen cientos de carros en el fondo del Lago de Maracaibo; de quienes intentaron cruzarlo y sólo se encontraron un precipicio. El escuadrón de buzos de nuestro equipo ha recuperado restos de automóviles de hace más de cuatro décadas, incluidos los accesorios utilizados en los mismos, como dados de peluches, perritos de plástico que mueven la cabeza, tequeyoyos y parabrisas con mensajes de la Virgen de Chiquinquirá”.
El investigador explicó que el fenómeno parece estar ligado al calentamiento global, el cual ha elevado las temperaturas de tierras maracuchas haciendo que cientos de personas se arrojen a las aguas muriendo ahogados entre restos de derrames petroleros, lemna y aceite de patacón. Autoridades de los estados cercanos han instalado unas barricadas a los extremos del lago, al igual que puestos de cepillados y frituras para distraer a los conductores.