A raíz del tiroteo acaecido hace casi una semana en el Hospital Clínico Universitario de la UCV, Federico Zapata, anestesiólogo venezolano, se mostró dudoso sobre sus planes de emigrar del país o, en cambio, quedarse para recibir unos disparos mientras trabaja. «Me hicieron una oferta para trabajar en Europa, ganando en euros, pero situaciones como el tiroteo en el hospital, que casi acaba con mi vida, me hacen tener esperanzas en mi país de nuevo» afirmó emocionado.

«Cada disparo que pasó cerca de mi cabeza me hicieron dudar más sobre irme; esos miles de euros al mes ya no sonaban tan atractivos como los tiros»

–Federico Zapata

Zapata es uno de miles de médicos que tienen esta duda. “Cada disparo que pasó cerca de mi cabeza me hicieron dudar más sobre irme; esos miles de euros al mes ya no sonaban tan atractivos como los tiros. Ahora quiero quedarme aquí, a pesar de los pobres salarios, la poca oportunidad de desarrollo profesional y la alta probabilidad de morir mientras salvo la vida de un malandro» afirmó casi decidido.

Esta duda entre los galenos es una excelente noticia para el Presidente Maduro, quien aseguró hace unos días que a los países ricos se roban a los médicos venezolanos. Por su parte, Zapata deberá decidir pronto entre que le disparan en un hospital donde no hay gasas, alcohol o hilo para suturar; o irse al exterior, ganar un sueldo merecido, tener una vida tranquila y un trabajo bien remunerado. «Aquí hay Kolita y Pirulín, eso hay que considerarlo» concluyó.