En una contundente acción simultánea, los espermatozoides de miles y miles de jóvenes venezolanos protestaron hoy dentro de sus testículos, exigiendo al Gobierno Nacional la solución a la grave escasez de anticonceptivos que azota al país; asimismo, prometieron causarle «una cojonera permanente» a sus dueños ante la ansiedad que les causa la posibilidad de nacer en Venezuela. «Antes, para un espermatozoide venezolano, habían posibilidades; feas, pero posibilidades en fin. Podíamos terminar en una tubería sucia, en un papel tualé, en preservativos, en revistas, en primas, en interiores, en gallinas, y mejor me callo porque habían muchas opciones más, algunas hasta sórdidas. Ahora no hay nada de eso, no hay condones, no hay papel tualé, no hay nada. El único fin posible que tenemos es fecundar, y dadas como están las cosas hoy en el país, es un fin bien bien trágico. ¡Imagínate el futuro que puede tener ese carajito!» afirmó un espermatozoide que en un futuro desea llamarse William, mientras agitaba su colita con amargura. “No saldremos de estos testículos. Estamos dispuestos a todo, hasta a cosernos la cola. No jueguen más con nosotros, señores del gobierno. Preferimos morir en manos a raíz de pajas que vivir en Venezuela como bebés”.