
Banqueros apolíticos temen convertirse en banqueros políticos si les expropian sus bancos
Un grupo de destacados banqueros apolíticos del país convocaron a una rueda de prensa hoy, en la que afirmaron que les da un «fastidio tremendo» tener que convertirse en banqueros políticos, en el caso que se cumplan las amenazas y les sean expropiados sus bancos.
Uno de los voceros del grupo, importante presidente de uno de los mayores bancos del país, habló a condición del anonimato. Escondido detrás de tres o cuatro importantes montañas de billetes, dio a conocer la postura de sus colegas: «Hemos visto con preocupación las amenazas que hizo el ciudadano Presidente en su programa dominical, otra vez con sus cuentos de nacionalizaciones de la Banca, y es que en verdad a nosotros, que hemos estado tan cómodos haciendo esta inmensa tonelada de plata, haciéndonos los locos con todo lo que han hecho con nuestros antiguos socios y clientes, mirando para otro lado y vendiéndonos como, bueno, como eso mismo que están pensando, nos da un inmenso fastidio tener que dejar la comodidad de nuestros yates y nuestras avionetas para tener que convertirnos en banqueros políticos. Nada más pensar en el tiempo que tendríamos que gastar oponiéndonos a estas políticas, en vez de estar guisando y cuadrando cómo sacar una platica más, nos da dolor de cabeza. Sólo espero que todos estos amigos que hemos hecho en el Ejército, moviéndoles la nómina y los reales, nos irvan de algo, en caso que el presidente decida llevar a cabo sus amenazas» afirmó el banquero, mientras regañaba a un periodista porque escribía su apellido terminando en «d» y no en «t».
Otro de los banqueros, presidente de un importante banco del Occidente del país, afirmó no tener mucho miedo, porque el Presidente ya ha amenazado antes y nunca se ha atrevido a tocarlos. «Mira, yo me he echado muchos palos con todos ellos, hasta golf he jugado con los que están más domesticaditos, y en el fondo sé que de comunistas no tienen nada. Mira, papá: aquí en Venezuela todo el mundo es comunista, toditos, hasta que cobran el primer cheque. No, ni le pares bolas, hermano. Mándales unos milloncitos a los generales y ellos te dejan tranquilitos, eso ha sido así desde la época de la Guipuzcoana. Eso sí, ya yo, por si acaso, mandé a mi mujer, mis hijos y mis ahorros pa’ fuera, por si acaso» afirmó el importante banquero, mientras le echaba un par de chorritos de Pepsi a su whisky.