En la convención demócrata que se lleva a cabo en Denver, el candidato presidencial Barak Obama aseguró que su contendor republicano, John McCain, es el realidad un impostor. Según Obama, el verdadero nombre de McCain es Lázaro Candal y no es senador sino narrador de fútbol. Para los militantes demócratas, con este descubrimiento se destapa un complot de un gobierno de un país latinoamericano por infiltrar la Casa Blanca con partidarios de izquierda.

Los planes del candidato Republicano de “Mandar la economía camino de Guanajuato” y de nombrar como vicepresidente a un tal Nanú ya habían levantado sospechas en el partido Demócrata. Al verse arrinconado por las acusaciones de Obama, McCain respondió con perfecto acento español: “¡Qué nervios, qué angustia, qué desesperación!” y prometió que pronto se defendería «Tengan paciencia, periodistas… lo bueno vendrá mañana. ¡Aaaaaaay mañana!».

EC.