Chávez aprueba la compra de 5.000 aviones de juguete
En el marco de la gira que realiza el Presidente Hugo Chávez por distintos países de Europa y Medio Oriente, se ha anunciado la firma de varios acuerdos bilaterales; aunque ninguno ha generado tanta controversia como el convenio mediante el cual se concretó la compra de 5.000 aviones de juguete de fabricación ucraniana, por un monto no determinado, durante un acto celebrado el día de ayer en Kiev, capital de la antigua república soviética de Ucrania.
La prensa oficialista reveló que el presidente compró 4.000 de estos aviones mientras recibía un tour guiado por la fábrica de aviones Antonov, situada en las afueras de esa ciudad. Chávez aseguró que los juguetes eran necesarios para los niños de la nación. “Ya viene Navidad compadre, y los niños necesitan regalos bonitos; bonitos y útiles para la defensa de la nación. Fue por eso que decidí comprar estos juguetes ucranianos, para que todos los niños venezolanos tengan su Antonov y jueguen en el barrio. Compre 4.000 y me dieron 1.000 de ñapa. ¿Cómo te quedó el ojo, Frijolito? ¿Hau dous de ay rimein tu yu, Míster Dánger 2? Ah, aquí los señorones del Imperio nos bloqueaban el acceso a su tecnología, pues mira compadre, unos aviones finísimos, modernos, bien pepeados. Unos verdecitos de camuflaje, otros grises de la marina, todos con su estrellita roja. Mira que lindos son, Aristóbulo, ni Kiko tendría uno mejor” afirmó el presidente mientras corría por la fábrica sosteniendo un modelo a escala, simulando el ruido de un motor de propulsión a chorro: «Pfffffffffffff….. aquí Líder Tribilín Rojo, estoy listo para soltar las bombas… Fuiiiiiiiii…. Bomba uno, ¡fuego! Fuiiiiiiiiiiiii…. Bomba dos, ¡fuego! Allá van, Torre de Control… a destrozar el imperio… PfffffffffffFFFFFFFFFFF… ¡¡¡hiperpropulsióóóóóóóónnnnn!!!»
Por su parte, Dimitri Vladisnikov, Gerente de Ventas de la fábrica se mostró preocupado por el pedido del Gobierno Venezolano. “Nosotros le estábamos mostrando los modelos a escala, pero aparentemente el Presidente Chávez no entendió que nosotros éramos una fábrica de aviones de verdad. Quise corregirlo, pero 5.000 aviones de juguete es mucho dinero, no estamos en posición de ponernos exigentes. Los chinos nos tienen el mercado chiquitico” aseguró Vladisnikov, en ucraniano, mientras llamaba a su cuñado, dueño de una ensambladora de tanques, solicitándole que le enviara varios modelos a escala para intentar vendérselos a Chávez.