Policía y malandro discuten interminablemente sobre quién va a robar a joven
John Juan Falcón, alias «El Medanito», y Carlos Tovar López, alias «sargento de la Policía Nacional Bolivariana», discutieron toda el día de ayer sobre quién iba a robar a Luis Rodríguez, un inocente joven de 27 años que iba a su trabajo cuando ocurrieron los hechos.
«Al principio solo quería que me robaran sin matarme, por supuesto, para poder seguir caminando hacia mi próximo atraco, pero en el fono debo aceptar que me sentí importante»
— Luis Rodríguez
Testigos del hecho aseguran que «Medanito» y Tovar López gritaron al mismo tiempo «¡Quieto!» cuando Rodríguez caminaba por la acera, hecho que causó la confusión de todos los involucrados. «Yo escuché quieto y por supuesto me tiré al piso. Es cuarta vez que me roban en la semana, uno sabe como es la vaina. Pensé que era un robo normal, pero no. Resulta que eran dos tipos los que me querían robar y se pusieron a discutir sobre de quién era yo. Uno le decía al otro que yo era suyo, que me venía siguiendo desde hace cuadras, pero el otro le decía que iba a aprovechar mejor lo que yo tenía encima. Fue burda de raro: al principio solo quería que me robaran sin matarme, por supuesto, para poder seguir caminando hacia mi próximo atraco, pero en el fondo debo aceptar que me sentí importante, nadie nunca se había peleado por mí» dijo Rodríguez.
Todos los testigos aseguran que la discusión se prolongó por más de 6 horas. Julián Pérez, compañero de Tovar López en la PNB, conversó con nosotros mientras nos quitaba la cartera. «Yo estaba acompañando a mi sargento a dejar pegado a unas cuantas personas, sabes, la rutina. Pero que va, él se puso a discutir con otra persona que le querían tumbar el botín. Ahí estuvimos un buen rato. Que si tú no lo mereces porque yo llegué primero, que si yo utilizo mis víctimas mejor. Eso era una peleadera. Tan fácil que era esperar que el choro lo robara y luego entucarlo a él. Pero bueno, menos mal que al final resolvieron mitad y mitad y dejar ese peo así. Total, el carajo lo que tenía era un blackberry. ¡Qué pelabola!» dijo Pérez, segundos antes de darle un cachazo a nuestro pasante subpagado.