El día de ayer, Dios, el creador padre todopoderoso, suspendió su reunión de trabajo de la tarde ya que se encontró con un gran problema. Pues en el baño del cielo, Venezuela se quedó trancada y tuvo que esperar al plomero para solucionar el problema.

Dios aseguró que iba saliendo de la casa cuando pisó un charco que venía del baño y decidió revisar. “Apenas pisé el agua grité: ‘¡Yo mío! ¿Hasta cuándo se va a seguir trancando Venezuela?’ Es una desgracia, así no se puede seguir. Esa gente siempre causándome problemas y regodeándose en su propia mier… no puedo ni decirlo. En fin, tuve que llamar al plomero y quedarme aquí toda la tarde. Esto es el cielo, pero tampoco se puede dejar al plomero solo en la casa. Yo tengo mucha información, mucho documento por ahí suelto. Pero en fin, no puedo creer cómo se queda trancada esa gente ¡Hasta cuando!”

Alexander Tovar, el plomero venezolano que llegó al cielo hace pocos años luego de sufrir un infarto, explicó que «Dios había estado buscando un plomero venezolano, desde que decidió que Venezuela fuera la poceta del cielo. Y bueno, aquí estoy, recogiendo los pedazos de mi propia patria. Que si sanciones, delincuencia, protestas, escasez, colas, saboteos, pare usted de contar. Traje guaya, chupón y nada que esa poceta deja de echar mierda. Por lo menos no estoy allá abajo. Si te soy sincero, cuando estaba en Venezuela, a veces hasta me quería morir de lo inmamable que era vivir allá. Pero nada, Dios me llamó y me mandó ese infarto. Y bueno, aquí estoy a sus ordenes, dígalo ahí Chuíto» dijo Tovar mientras Dios le dejaba 600 bolívares en una mesa.