En horas de la madrugada se llevaba a cabo la celebración de una boda en la ciudad de Lima, cuando repentinamente fue interrumpida por efectivos de la policía peruana. Según miembros de los cuerpos policiales, la redada se dió bajo sospecha de que el trencito de la hora loca pudiera tener vínculos con la organización criminal conocida como Tren de Aragua.

Uno de los afectados por este procedimiento policial fue Andrés Martínez, un joven venezolano que emigró al país andino en búsqueda de mejores oportunidades y comida sabrosa:  “Nosotros estábamos aquí bien tranquilos disfrutándonos de nuestra hora loca, bailando los clásicos de Wendy Sulca, la Tigresa de Oriente y Faraón Love Shady cuando de repente vimos como la policía entró destruyendo todo, tirando todo el mundo al piso y robándose las botellas de ron. Según ellos, el trencito que estábamos haciendo estaba relacionado con el Tren de Aragua, pero la verdad es que lo único criminal que estábamos haciendo ahí era apretujarnos todos sin ningún sentido por toda la fiesta. Yo entiendo que el Tren de Aragua es como el VPH, está en todos lados, pero repito, lo que estábamos haciendo en la boda está cero vinculado con El Niño Guerrero o sus secuaces“, sentenció Martínez minutos antes de preguntarnos cómo está la cosa en Venezuela para ver si se regresa.