Con el propósito de cumplir con el absurdo requerimiento de llenar espacio en el blog mientras todos ustedes están en la playa, nuestro pasante subpagado salió a la calle a entrevistar a niñitos disfrazados. El caso que de inmediato captó toda nuestra atención fue el de Carlitos, un niño al cual sus padres disfrazaron de El Zorro , quien nos confesó que no tiene ni la más mínima idea de quien es el personaje enmascarado.

En el Parque La Aguada, donde se realizaba una fiesta de carnaval infantil, obtuvimos información de primera mano sobre el suceso. Allí Carlitos Gutiérrez, el niño en cuestión disfrazado de Zorro, nos dijo que se sentía confundido y un poco molesto: “Yo quería disfrazarme de Bob Esponja; entonces, vino mi papá y llegó con una capa y luego me puso un sombrero y una mascara y además me pintaron este bigote todo ridículo. La verdad es que yo no quiero este disfraz de mariachi” afirmó Carlitos, mientras perseguía a un niño disfrazado del Che Guevara. «Mírame; mírame bien, mi pana, y júrame que tu sabes de qué es este disfraz. ¿Es de conquistador? ¿Quien se pone una capa y un antifaz hoy en día? Yo te digo: con esta vaina puesta encima me siento como un sádico»

Carlitos de inmediato entabló amistad con otros niñitos que lucían disfraces similares. «Mira, por ejemplo a Sofi. Le pusieron un disfraz de y que Mi Bella Genio. ¿Qué es eso, ese poco de mosquiteros encima? La mamá le dijo que eso era una serie de televisión buenísima. ¡Si la querían disfrazar de serie de televisión, le hubieran comprado su disfraz de Dora la Exploradora!» afirmó Carlitos, que se escondía detrás de un tronco para evitar el chalequeo de su hermano mayor, que le decía que estaba disfrazado de V de Vendetta. «Imagínate que al pobre Julio el papá le puso un disfraz de arlequín. ¿De arlequín? Con razón no vino al parque a jugar»

Al preguntarle sobre que opinaba sobre el carnaval, Carlitos dijo estar satisfecho por que les daban dos días sin clases, pero dijo que se sentía más cómodo con el Halloween: “A mi me gusta más Halloween porque no hay mujeres bailando; no te tiran bombas de agua ni te llenan de papelillo. Mi papá dice que en Brasil se arma una fiesta buenísima, que trancan las calles y disfrazan hasta los carros, que hay millones de personas disfrazadas en la calle; pero aquí no se ve vida. A mí los carnavales me gustarían mucho más si mis padres me dejaran disfrazarme de lo que yo quiero. El año pasado me disfrazaron de príncipe, y mi hermano mayor y sus amiguitos me cayeron a golpes, me decían «jevita». ¿Cómo le puede gustar a uno una vaina así?» declaró Carlitos, mientras decía que con esa «espaducha de plástico» jamás podría vencer al niñito disfrazado de Rambo.