Venezolanos compran pilas para máquinas expendedoras de rumores

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Venezolanos compran pilas para máquinas expendedoras de rumores

En el medio de un fin de semana signado por las compras nerviosas, ciudadanos de todas las clases sociales han acudido en masa a quincallas, supermercados, bodegas y comercios buscando desesperadamente pilas, para poder mantener funcionando sus máquinas creadoras de rumores, en caso que falle el suministro eléctrico durante el 7 de octubre.

Enviamos a nuestro pasante subpagado a sondear la opinión de la gente y, aprovechando, comprar pilas para nuestra propia máquina, por si acaso. «Mire, compadre: yo me estoy llevando aquí 2 docenas de pilas D, por si acaso. Ayer estaba tomando cerveza con mi hermano y unos vecinos, aprovechando para violar la Ley Seca, y resulta que uno de los tipos del 4-D conoce al amigo de un chofer de camionetica que es el arrejunte de la muchacha que ayuda con las tareas dirigidas a los carajitos de uno de los directivos de Corpoelec y dijo que mañana el Gobierno tendría un plan ultrasecreto para cortar la electricidad si la cosa se le pone difícil. Así que apenas amanecí me vine para llevarme mis pilas, porque puede faltar la luz, el agua, lo que sea: pero la rodadera de bolas, chismes y rumores nunca. Si no no sería un fin de semana electoral» afirmó Rubén Ochoa, ciudadano visiblemente preocupado —y enratonado, mientras pedía que le dieran un Gatorade de mandarina «para matar la angustia».

La señora Yolanda Rísquez, que escuchaba entrépitamente la conversación, se metió sin que nadie la invitara para manifestar que cualquier precaución no es suficiente. «Aquí entre nos, mi máquina de producir rumores trabaja con energía solar, pero una nunca sabe, menos con estos mutantes forajidos. ¿Y si el ejército se arrecha mañana y hace una vaina de repente y nos tapa la luz del sol, ah? No le vayas a decir a nadie, pero mi sobrino, que es un pelo rarito, tiene un ‘amiguito’, así entre comillas, no me interesa lo que piensen. Bueno, resulta que el ‘amiguito’ está en la Academia Militar, y los tipos parece que tienen todo un plan para poner los helicópteros rusos esos grandísimos arriba de cualquier ciudadano que tenga alguna pila solar. Así evitan que uno twittee o le mande un mensajito de texto al Ciudadano. ¡La pinga, seguro mató a confiado! ¡Mira mijo, llévate unas pilas AA también, porsia!» afirmó la señora Rísquez, mientras nuestro pasante huía de estos personajes para preservar su propia integridad física.

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