Este martes, sin duda quedará marcado como uno de los días más tristes de la historia venezolana, pues Hachiko, un leal y fiel perro de raza akita, murió en las cercanías de la plazoleta de la Chinita, ubicada en Maracaibo, mientras hacía lo mismo que había hecho durante meses: esperar a que regresara la luz a la tierra del sol amada.

Enviamos a nuestro pasante subpagado a la capital zuliana a cubrir esta nota, como castigo por no haber podido recrear a la Mona Lisa en la espuma del café, y éste conversó con el señor Remache Jesús Rincón, vendedor ambulante de cepillados de la zona, quien contó la penosa historia de Hachiko. “Ve qué molleja, ese perro se la pasaba pegao al poste de luz ese como la mujer mía al teléfono cuando necesita cobres. Yo lo veía toditos los días ladrándole al foco para que regresara la luz. Es más, una vez hasta le pegó al poste y lo batuqueó, pero nada, esa luz seguía igual de perdida que la carrera musical de Victor Drija. Mucha gente intentó que el perro hiciera otra cosa que no fuera estar ahí, pero qué va, él fiel ahí. Con decirte que ni Polar Light me aceptó. Es que ese perro lo que estaba era desespera’o porque llegara la luz y lo entiendo, porque vergación, con todo ese pelaje en Maracaibo seguro lo único que quería era prender el aire. ¡Pobrecito! En paz descanse”, declaró el señor Remache mientras le comentaba a nuestro pasante que en honor al noble can si llega a tener un hijo en el futuro le pondrá Hachiko Miguel.