A raíz de la crisis que tiene al mundo lavándose las manos de forma correcta por primera vez en veinte años, muchos empleadores han decidido implementar el home office o trabajo desde casa, entre ellos los colegios. Por eso, la profesora de historia universal, María Teresa Andrade —quien da clases a su curso de quinto año vía Zoom— mandó a separar ‘el grupito del WhatsApp que no deja que el salón escuche’ a pesar de no entender nada de lo que está pasando.

“Ay, estos niños me van a sacar más canas de las que ya tengo. Pero mira, no es posible que hasta por intranet (sic) tenga que mandar a separarlos. ¿Tú has visto? Yo pensé que dar clases por la impresora iba a hacer todo más fácil. Pero ese grupito en el salón es un desastre, siempre con un cuchicheo, unas risitas, sacando el teléfono como si no me doy cuenta ¡Y hoy también! Ese mismo grupito hoy estaba escribiéndose a cada rato, yo lo sé porque los muy malditos ponen el WhatsApp por la computadora y eso echa sonido. ¡Cuánta cochinada se estarán pasando esos carajitos por ahí! Además, se reían durísimo, estoy segura que hackearon los cables para que sus computadoras sonaran más duro. Yo sé que estamos viviendo un momento difícil y no todos quieren aprender sobre la edad media y el feudalismo, pero ¡caramba! ¿Cuál es la falta de respeto?”, dijo María Teresa, quien quedó atónita cuando una de sus alumnas no se dió cuenta que estaba en clases y regresó a su empleo de camgirl.