Todos nosotros hemos estado alguna vez en un gimnasio, bien sea por una promesa de fin de año o para intentar impresionar a una ex novia deportista. De esos breves períodos nos quedan frases, anécdotas y mucho dolor. Aquí algunas de ellas:

– Pana, el agua engorda, ¿no lo sabías?

– Lo primero que tienes que hacer es cambiar esa mentalidad de gordo. Si no, estás botando tu tiempo y tu dinero.

– Uno… dos… tres… cuatro… quince… veintiséis… y cincuenta.

– Marica, mira esa pedazo de gorda allá enfrente haciendo spinning… ah, no, soy yo. Maldita sea el que haya puesto un espejo ahí.

– Verga qué tipo más duro y rayado… ah no, soy yo. Qué bolas el que puso ese espejo ahí. Qué bueno estoy.

– No desayunes ni almuerces ni cenes. Te ingieres cuarenta vasos de esta merengada en ayunas durante la mañana y vas a ver cómo se te quita el hambre.

– Si lo que quieres es volumen, haz mucho peso y pocas repeticiones.

– Estoy haciendo una dieta arrechísima. Me la puso la señora que limpia el baño.

– ¿Qué haces comiendo céleri? ¿Tu no sabes que eso te jode el metabolismo?

– Tienes que comer sesenta veces al día.

– Es facilito: pagas la inscripción, las primeras 8 mensualidades, el ticket del estacionamiento, más la cuota especial de socio VIP si quieres usar el baño, el alquiler del locker, la vaca que se hace todos los meses para las toallas, y a todo eso le sumas lo que le pagas aparte al entrenador. Sencillito, ¿ves?

– Yo no vengo por el ejercicio. Píllate el culero, chamo.

– Es verdad, si hiciera ejercicio en la calle ahorraría un pelo; pero es que en la calle no hay espejos.

– Marica, todas las misses son iguales. Esos glúteos son operados.

– Si no piso las rayitas de la cerámica del baño no me da hongos.

– Hoy voy a hacer bíceps, triceps, cuatriceps, quientoceps y todoceps, también abdominales.

– Me estoy metiendo una dieta a base de lípidos libres, carbohidratos sintetizados, grasas adelgazantes y colesterol neutro.

– Está bien que el profesor me explique la patada de TaeBox pero que no lo haga en el baño desnudo.

– Ese carajo es puro esteroides, si no se puyara levantaría lo mismo que nosotros.

– Disculpa entrenador, se le ve el hilo dental.

– ¿Pana acá no tienen otro CD que no sea La Factoría?

– No pana, a esa máquina de triceps se le rompió la guaya hace 3 años, la semana que viene la arreglamos seguro.

– Asco, dejaron un paño sudado en la caminadora… bueno, ¿será que lo uso?

– Ojalá el profesor de spining ponga «Sexy Eyes» la versión de Dj Wooomolooo.