Alberto Muñoz (52), padre de familia de la ciudad de Maracay, se vio obligado a cremar a la abuela antes de su muerte para adelantarse a los altos costos de los servicios funerarios.

“Así lo hubiera querido ella” exclamó Alberto entre abrazos de su familia mientras las llamas consumían a su madre Patricia Muñoz acompañadas con gritos de “ASÍ NO LO HUBIERA QUERIDO YO, MALDITO DESGRACIADO. SÁQUENME DE AQUÍ”.

Las ventanas del crematorio todavía mostraban la imagen de la abuela en llamas cuando Alberto explicó las razones de la decisión. “Esto se conversó entre la familia. Sin que la abuela escuchara, por supuesto. Al principio casi nadie me apoyó hasta que vieron que un entierro con todo y velorio cuesta el mismo precio de un Corolla. Así que le pregunté a mis hijos ¿Quieren a la abuela o el Corolla? Ninguno se pudo resistir a un carro japonés ¿Tú has visto los asientos de cuero? Son perfectos. Por eso decidimos que la abuela tenía que pasar a mejor vida inmediatamente y el resto es historia. Adiós, abuelita. Te queremos” susurró Muñoz al momento que el fuego se apagaba dejando solo algunas cenizas en el piso. Tras unos minutos de reflexión, la familia Muñoz se retiró en silencio del crematorio para irse a casa en su Corolla.